Como un aporte que contribuya a que el fútbol boliviano encuentre una luz al final del túnel para salir de la profunda crisis en que se debate, el Club Destroyers tiene listo un proyecto que será presentado el próximo viernes 24 de julio en el salón Édgar Peña Gutiérrez de la Asociación Cruceña de Fútbol. A la presentación que está fijada para las 10:00 serán invitados el ministro de Deportes, Tito Montaño, los presidentes de la FBF, LFPB, ANF, ACF, de clubes ligueros y asociacionistas, futbolistas agremiados, escuelas y academias de fútbol, además de periodistas deportivos.
“En estos momentos todas son críticas y acusaciones que van y que vienen; el diagnóstico de los males que aquejan a nuestro fútbol está hecho. Es tiempo de que entre todos los actores sea procurada la cura de esos males”, dijo el presidente destroyano, Pedro Rivero Jordán, que es uno de los impulsores para que haya un cambio de fondo del balompié nacional. “Este no es un plan cerrado a otras ideas y consideraciones que pudieran hacerse. Tampoco es la receta mágica que curará a un enfermo crónico, en fase terminal, como se encuentra nuestro fútbol. Los aportes tienen que llegar de todos lados”, subrayó el titular destroyano.
Uno de los aspectos más salientes de la propuesta es que la FBF reasuma el control total del fútbol boliviano y que organice la disputa de torneos regionales.
El proyecto fue elaborado por el expresidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Wálter Castedo Rivero, y actual secretario general del club cuchuqui. También participaron con sus observaciones y sugerencias, algunos reconocidos periodistas deportivos del medio local y nacional.
“Frente a un panorama de incertidumbre y la necesidad imperiosa de dar un golpe de timón antes de que el colapso del fútbol en Bolivia sea completo, nuestro club ha dado un paso adelante con un proyecto que busca mejorar las cosas. No sirve de nada sentarse a llorar sobre la leche derramada. La nuestra es una propuesta bien intencionada y está abierta a todos los aportes que se puedan hacer para mejorarla. Queremos provocar un debate nacional serio y en profundidad que beneficie al fútbol en su conjunto", dijo Castedo, a tiempo de demandar "un desprendimiento necesario y amplitud de criterios" de la actual dirigencia del futbol boliviano.
Cuando se desempeñaba como titular de la FBF, Wálter Castedo propuso a la Conmebol la organización de la Copa Sudamericana que se viene disputando desde 2002 y, casi al mismo tiempo, la Copa Aerosur entre clubes bolivianos, reemplazada desde hace un par de años por la Copa Cine Center.
El principal organismo del fútbol sudamericano le envió una carta de reconocimiento al dirigente boliviano por su iniciativa que benefició a muchos clubes del continente.
Fernando Nürnberg: Es un proyecto ambicioso y revolucionario
Este es un proyecto de campeonato ambicioso, inclusivo y revolucionario para la historia de nuestro fútbol. Y como se trata de una propuesta que plantea cambios radicales, aunque no imposibles de hacer, temo que provoque rechazo en la dirigencia nacional, especialmente en los estamentos de poder e influencia de nuestro tan maltratado fútbol boliviano.
Hacer correr el balón de norte a sur y de este a oeste, con más de 2.000 futbolistas que poblarán canchas provinciales, pequeñas, medianas y hasta grandes, es un notable desafío si es que se tiene la decisión de impulsar un cambio real. Ello implica dejar de lado todos los paradigmas anteriores de cómo jugar y competir en el país.
Los clubes grandes, quizás los más reticentes (un supuesto en el que a lo mejor me equivoque), son los que tendrían que sacrificar al principio sus presupuestos (hoy desorbitados para la realidad nacional), por cómo tendrán que competir en una primera etapa.
Sin llegar a desahuciarlo, pero por la amplitud y profundidad de lo que propone, el proyecto debe ser discutido y, por supuesto, mejorado con la misma sinceridad con que ha sido elaborado. No tiene dobleces. Es diferente a lo que Bolivia ha jugado en 38 años de Liga y poco más de 50 desde que sus clubes comenzaron a jugar los torneos internacionales, como la Copa Libertadores.
El Estado boliviano, que tiene en jaque a la dirigencia nacional, fue cuestionador y ahora perseguidor. Es momento que dé un paso adelante. Que se adhiera, que sugiera, que fije una posición porque también el fútbol es parte de su sociología. Tiene los recursos y puede aportar a la logística que viabilice este o cualquier proyecto de cambio.
De nada servirá este u otros proyectos, si no existe la voluntad de cambio entre quienes hacen y administran el fútbol. Hemos tocado fondo y vale la pena intentar un cambio. Aquí hay un buen proyecto, al menos discutámoslo.
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