El “destructor” no tuvo ni idea, ni la fórmula como para poder aspirar a una victoria ante un equipo que aprovechó las licencias que le otorgaron para llevarse un triunfo altamente positivo.
El cotejo se jugó la tarde de ayer en el estadio Edgar Peña Gutiérrez de la ACF, ubicado en el km 12 de la carretera al norte ante no más de 200 espectadores.
Pobre muy pobre. El partido, tal como el de la anterior jornada (Royal Pari-Aurora), fue de muy bajo nivel técnico. Muy pobre en todos los aspectos.
Un cabezazo de Tavares entre un centro de Smidt y la buena atajada de Romero en el minuto 5, y una gran pelota en profundidad de Saravia para Navarro que ganó y de cara al portero metió de “emboquillada” para nadie, fue lo único de Destroyers en el primer tiempo y parar de contar.
Antes de ello y después de ambas jugadas, fue un concierto de errores de ambos lados, sin engranar jugadas elaboradas, mucha intensidad pero nada claro.
Fue un ir y venir constante pero lejos de los arcos. Por ahí un remate de larga distancia, entre ellos una entrada de Rioja que de buena posición le pegó afuera.
El primer tiempo se fue con una deuda muy grande para los pocos espectadores en las gradas.
Dos golpes. Hubo un ensayo de triangulación de los canarios que Ulloa culminó con un horrible remate cuando tenía buena opción.
Después Smidt que se cansó de ensayar la individual pero remató y el portero respondió.
Hasta que a los 67' se produce un tiro de esquina, alguien que “peina”, manoteó Robles y el rebote encontró a García que de atropellada mandó el balón a las mallas.
Diez minutos más tarde, 76', Gallegos que ensayó un remate, Paz que da la vuelta pero deja la mano y el juez pita penal. Reina con tiro potente derrota a Robles y coloca un inalcanzable 2-0.
Destroyers se perdió totalmente y jamás puso en peligro la victoria de los potosinos hasta el final.
Los 'Cuchuquis' perdieron hasta las ganas de jugar
El cuerpo técnico y la dirigencia de Destroyers debe estar muy preocupada no solo por las derrotas en las últimas fechas, sino por la imagen que se ve durante los partidos de los jugadores donde al parecer perdieron hasta las ganas de jugar.
Hay muchos jugadores que juegan con una displicencia increíble, que entregan una pelota y se quedan parados, que miran el esfuerzo de otros y al parecer sin importarles una pizca.
Hay también jugadores que quieren hacerlas todas, brillar individualmente sin pensar en el equipo y así es muy difícil concretar resultados positivos.
La de ayer fue una de las más pobres presentaciones de los “cuchuquis” en el campeonato que se ahonda más por la derrota.
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