A continuación el pronunciamiento del ex-titular destroyista.
"Destroyers ha forjado su nombre e identidad a lo largo de 70 años de historia. Desde su fundación, allá por 1948, el trabajo de sus dirigentes edificó una institución seria, transparente y responsable. La firmeza con la que defendía sus posiciones le llevó a mantener su apoyo al entonces presidente de la ACF, Edgar Peña Gutiérrez, y rechazar su espacio en la naciente Liga de Fútbol Profesional Boliviano en 1977.
Con la misma firmeza, el Club Destroyers manifestó abiertamente su posición ante la fallida elección del Vicepresidente de la División Profesional del fútbol, que no fue realizada por la falta provocada de quorum en el congreso convocado en Cochabamba. La anunciada abstención respondía a la unánime determinación del directorio del club y que fue de conocimiento público.
Como responsable máximo del club, y acompañado siempre por otros dirigentes de Destroyers, sostuve una reunión con cada uno de los candidatos a presidente de la FBF. En ambos casos, tras escuchar sus propuestas, valoramos los factores positivos y las deficiencias de sus contenidos. Cabe hacer notar que, personalmente, de ninguno de los dos candidatos, recibí ofrecimiento de cargo alguno a cambio de apoyo. De haber ocurrido, tampoco lo hubiera aceptado.
Tras un debate abierto y plural, el directorio en pleno ratificó la posición de abstención. Ninguna de las dos propuestas, ninguna de las dos planchas lograba resolver, a juicio nuestro, los viejos y conocidos problemas del fútbol nacional. De un 'fútbol enfermo' como se encuentra el boliviano.
En una serie de reuniones con los demás clubes cruceños que promovió Destroyers una vez logrado su retorno al profesionalismo para que en ese ámbito sean debatidos los temas de interés común, fue posicionado nuestro convencimiento en torno a una candidatura de unidad que incorporara las mejores capacidades dirigenciales junto a un proyecto sólido que contemplara la grave y prolongada crisis del fútbol nacional, en procura de fórmulas de solución.
La decisión asumida últimamente por la dirigencia del club Destroyers en el congreso de la Federación Boliviana de Fútbol, se desmarca de los principios y lineamientos con que se manejó, bajo mi presidencia, una gestión de siete años.
El nombre de Destroyers, su rica historia y su dilatada trayectoria institucional y deportiva, no pueden ser manchados por determinaciones que demandan una explicación pública, puntual y clara, de quienes las asumieron. Es la explicación que, especialmente, se merecen los socios, hinchas y simpatizantes destroyistas.
Aunque dolido y decepcionado pero porque mi absoluta tranquilidad de conciencia me lo permite, como ex-presidente de Destroyers invoco a cerrar filas en torno a nuestro viejo y querido club para evitar el daño a su imagen institucional como a mantener el respaldo y la confianza que se merecen el primer equipo y su cuerpo técnico para reforzar el indiscutible protagonismo que va alcanzando en los torneos oficiales de la División Profesional".
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