En un duelo no apto para cardíacos, fueron los chaqueños los que jugaron mejor, dominaron e incluso se pusieron al frente en el marcador, pues su objetivo era ganar por cualquier resultado para forzar un partido extra en cancha neutral. Y todo apuntaba a que lo lograría, ya que el paraguayo David Robles (39’) puso el 0-1.
Los de Garvizú fueron superiores en la primera mitad ante un desconocido Destroyers, que estuvo desconocido y que sintió la presión de los casi 25.000 espectadores que asistieron al Tahuichi, pero que supo rehacerse de las dificultades en el complemento para empatar y convertirse en el sexto equipo cruceño en la Liga.
A los 75’, tras un fallo en la defensa chaqueña, el delantero Ángel Cuéllar colocó el 1-1 con un remate cruzado que se coló al fondo del arco defendido por el golero Juan Carlos Robles. El tanto despertó a la gente, que no paró de alentar hasta el final, pues el sueño de ser liguero nuevamente se hacía realidad después de muchas frustraciones.
En un final caliente, Petrolero buscó con todo el tanto de la victoria para forzar el desempate, pero la puntería de sus delanteros no estuvo fina. Después de seis minutos de adición, el árbitro Luis Irusta decretó el final, provocando la euforia en el campo de juego por parte de los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes destroyanos.
El partido terminó (1-1) en una fiesta inolvidable y con algo de susto. Destroyers volvió a ser de primera y jugará la Liga en 2018, siendo el sexto equipo de Santa Cruz entre 14 que tendrá el fútbol boliviano.
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